La Red Global De Sobrevientes Recomienda A Liderez Globales Tomar Tres Acciones Para Proteger A Las Mujers De La Violencia En La Era Del COVID-19


Este Día Internacional de la Mujer es distinto a otros. Los confinamientos por el COVID-19 y los cierres de las escuelas asociados al mismo, así como el desempleo, han dejado a las mujeres y niñas en situaciones de mayor riesgo de sufrir abusos violentos. Mientras los gobiernos nacionales y los donantes responden a la pandemia e invierten en la reconstrucción de las comunidades, recomendamos tres inversiones críticas que mantendrán seguras a las mujeres hoy y después del COVID-19.

Primero, asegurar la justicia para las sobrevivientes de violencia. Las sobrevivientes de violencia quieren y merecen que se haga justicia con quienes cometieron crímenes en su contra, pero solo algunas de ellas tienen acceso a la protección de la ley.

En 2012, mi esposo y yo (Paychiaymmal) fuimos liberados de años de esclavitud en una cantera de roca. Yo solía tenerle mucho miedo a mi explotador. Ni siquiera tenía el valor de decir la verdad a los funcionarios acerca de todo lo que había sufrido. Aún después del rescate, le tenía miedo a mi explotador y nos tomó mucho tiempo recuperarnos del trauma. Pero, con valentía di mi testimonio y él hoy está tras las rejas. Los sobrevivientes de violencia necesitan justicia –queremos ver a quienes esclavizan y abusan de las personas condenados por sus delitos. Mi caso tardó diez años en recibir justicia y poner al hombre que nos esclavizó en la cárcel. Eso es demasiado tiempo. Los gobiernos deben invertir en cortes especiales para las víctimas de violencia y asegurar que los casos sean procesados de forma oportuna. El enjuiciamiento de los criminales violentos debe avanzar más rápidamente. Una forma de acabar con la esclavitud es que todas las personas desalmadas como mi explotador vean que su delito tiene consecuencias. Cuando las cortes hacen justicia se envía un mensaje poderoso a los demás.

Segundo, proteger a las mujeres que denuncian la violencia. ONU Mujeres cita estudios que muestran que menos de 10 por ciento de las víctimas de la violencia intrafamiliar denuncian el abuso a la policía. Las mujeres que sí denuncian los delitos ante las autoridades están en alto riesgo de represalias por parte de sus agresores. Todas las formas de violencia contra las mujeres son sub-reportadas, en parte por el miedo a las represalias. Si las víctimas sí denuncian los abusos, es poco probable que haya albergues seguros para ellas. La pandemia del COVID-19 ha empeorado su situación, atrapándolas en sus hogares con parejas violentas.

Cuando mi mamá y yo (Jakelin) denunciamos el abuso por parte de mi papá, la policía inicialmente no me creyó y lo dejaron libre. Teníamos miedo y no sabíamos a dónde ir. Los gobiernos necesitan invertir en albergues temporales para mujeres, niñas y niños. Durante la pandemia del COVID-19, estos albergues deben estar equipados para cumplir con los lineamientos de salud y seguridad que mantienen seguros del virus a las víctimas y al personal, también.

Tercero, incluir a los líderes sobrevivientes para diseñar servicios con un enfoque informado del trauma.

Como una sobreviviente que trabaja con sobrevivientes de violencia, yo (Victoria) creo que los programas de atención inmediata en crisis deben ser informados y contar con insumos de los sobrevivientes que los utilizan. Esto garantizará que las necesidades de los sobrevivientes sean atendidas y que no se ocasione ningún daño adicional durante este tiempo tan delicado. Esto incluye la protección inmediata para las mujeres y niñas que huyen de la violencia y la aplicación de órdenes de protección. Los procesos de recepción de denuncia deben tener un enfoque de cuidado informado en el trauma para que las víctimas no sean entrevistadas una y otra vez. Los doctores y enfermeras deben estar capacitados para examinar y tratar apropiadamente a las víctimas de agresión sexual para que no sean re-traumatizadas por la experiencia.

Los donantes de cooperación internacional y los gobiernos que desarrollan las políticas deben buscar la retroalimentación de los sobrevivientes de violencia, especialmente de las mujeres. En muchas partes del mundo, las mujeres son el adherente social que une a las familias y a las comunidades. Los muchos actores que trabajan en los programas y políticas para abordar la violencia necesitan medir si sus programas verdaderamente están atendiendo las necesidades de los sobrevivientes—especialmente de las mujeres. Para lograrlo, los sobrevivientes necesitan estar en los lugares en donde se toman las decisiones y se hacen las políticas públicas. Esta es la única manera de garantizar que el sistema de justicia y seguridad pública funcionen para las personas que más lo necesitan.

El dolor que cada una de nosotras hemos sufrido como sobrevivientes nos ha motivado a pronunciarnos para que nadie más atraviese el dolor que nosotras vivimos. Creemos que al unir nuestras voces seremos más fuertes e inspiraremos a otros a trabajar por la justicia.

Pachiayammal Arul es sobreviviente de trabajo forzoso y ahora es líder de la Asociación de Trabajadores liberados de la Trata Laboral (RBLA, por sus siglas en inglés) en el sur de India. Jakelin Mayen es sobreviviente de abuso sexual infantil. Actualmente estudia abogacía en Guatemala. Victoria Nyanjura, siendo niña, sobrevivió a ocho años de cautividad por parte del Ejército de Resistencia del Señor en el norte de Uganda. Ella fundó “Mujeres en Acción por las Mujeres” (Women in Action for Women) que se enfoca en generar medios de subsistencia para mujeres afectadas por la violencia.

Las tres mujeres son miembros fundadores de la Red Global de Sobrevivientes y parte de su Consejo de Liderazgo.


Aprende más sobre el trabajo que Misión Internacional de Justicia hace para proteger de la violencia a mujeres y niñez vulnerable.